HIGHWATER - ¿Una predicción de cómo será el mundo? | Review
Una reflexión sobre nuestro mundo contemporáneo
Highwater se desarrolla en un mundo post-apocalíptico que fue inundado después de una enorme catástrofe ecológica. Las grandes ciudades están sumergidas y ahora, aquellos que sobrevivieron al desastre necesitan encontrar no solo recursos escasos en un mundo donde apenas se ve tierra fértil, fauna o flora, sino también esperanza para resistir los ataques de grupos opresores y violentos.

La historia del juego sigue el camino de Nikos, un adolescente huérfano, y sus amigos Rimbaud, Laura y Josephine, quienes deciden intentar infiltrarse en una nave espacial que será enviada a Marte, para escapar de las precarias condiciones y la escasez de recursos en la Tierra. La narrativa se centra en la travesía de estos jóvenes en busca de una vida mínimamente digna, enfrentando diversas adversidades y desafíos en un mundo inhóspito y devastado.
La atmósfera que Highwater crea es muy interesante y nos invita a reflexionar sobre la situación actual de nuestro mundo, ya que nosotros, los humanos, dañamos constantemente el medio ambiente de la Tierra sin preocuparnos demasiado por las consecuencias que ya están apareciendo. Varias tareas y misiones que encontramos en nuestro viaje en el juego nos enfrentan a diversos problemas sociales, como la desigualdad social, niños sin recursos (ya sea de ocio o alimenticios) o milicias que toman el control de manera opresiva en lugares donde falta presencia estatal.
Todo este entorno, al ser algo muy tangible y cercano a los problemas que enfrentamos hoy en día, me hace reflexionar mucho y de cierta manera me hace tomar el juego más en serio, se construye a través de diálogos muy bien elaborados que nos enfrentan a la pérdida de seres queridos o actividades que hoy en día para nosotros son cosas triviales. Además, el escenario, muy hermoso por cierto, lleno de islas formadas por edificios o construcciones abandonadas en medio de una inmensidad azul, con una banda sonora muy agradable y a la vez melancólica, nos lleva a una experiencia relajante y reflexiva al mismo tiempo.

Un mundo inhóspito por explorar
La historia del juego se va revelando a medida que exploras las islas formadas por edificios, ya que es en ellas donde encuentras periódicos y libros que te informan sobre la construcción del contexto. También es a través de la exploración que encuentras enemigos, ya sean insurgentes o animales, a los que debes superar si quieres continuar tu aventura.
A pesar de que el arte es muy bonito y relajante, puede ser que en el momento de explorar y combatir algunos jugadores no se sientan muy atraídos por el juego. Esto se debe a que Highwater ofrece una jugabilidad muy simple que puede resultar repetitiva o insulsa para aquellos que buscan algo más frenético o lleno de acción.

La exploración, a pesar de ser uno de los elementos fundamentales del juego, no es muy gratificante, ya que solo te proporciona elementos para construir la historia del juego o elementos consumibles que solo usas en combate, y siendo honesto, nunca llegué a usar algún elemento consumible. Por otro lado, el combate, al ser bastante simplista y/o minimalista, muchos jugadores pueden encontrarlo aburrido o tedioso. El combate se desarrolla por turnos y mecánicamente el juego te permite moverte, usar habilidades (ya sea de ataque o de apoyo) o elementos consumibles. En resumen, no hay nada nuevo en comparación con un juego de combate por turnos de los años 90 o 2000, como un Pokémon de Gameboy o uno de los primeros Final Fantasy.
Finalmente, diría que lo que hace que el juego avance y mantenga al jugador atrapado en la experiencia es la historia de Nikos y sus amigos. La narrativa y el viaje del personaje principal son lo que cautiva y motiva a seguir con el juego.
Un arte minimalista y hermoso
De cierta manera poética, es interesante cómo traen un arte minimalista para retratar un mundo barrido y borrado por el agua. Como si fuera un universo que se ha reiniciado y ahora cuenta con pocos detalles aparte de construcciones destruidas y abandonadas y agua esparcida por todas partes.

A pesar de ser un arte simple, con poca textura, un diseño de mundo no muy profundo y animaciones triviales, la visual del juego es muy bonita y sin duda es uno de los puntos fundamentales para hacer la experiencia de Highwater más agradable. El minimalismo definitivamente agrega y transmite un mensaje implícito: la belleza está presente en muchas cosas extremadamente accesibles y triviales a las que no damos valor frente a un mundo lleno de estímulos.
Por último, además de la visual muy bonita, el juego cuenta también con una banda sonora muy agradable, la Highwater Pirate Radio. Durante los momentos en los que avanzas por la ciudad en tu bote motorizado, la radio te acompaña con soundtracks muy agradables que hacen que tu experiencia sea mucho más placentera. En resumen, los efectos de sonido son simples y minimalistas, al igual que el arte visual. De esta forma, en combates o en sonidos de ambiente, el audio puede parecer un poco vacío.
Para esta reseña, Highwater se jugó en la plataforma Windows (PC) a través de Steam. ¡También nos gustaría agradecer a Rogue Studios por proporcionarnos el juego y permitir la creación de este contenido!
 



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