Rainbow Six Siege X reformula la jugabilidad sin traicionar sus raíces
Rainbow Six Siege, el aclamado FPS táctico de Ubisoft, entra en una nueva fase con la llegada de la gran actualización Siege X, lanzada en medio de las celebraciones del evento R6 Reload. A punto de cumplir 10 años desde su estreno en diciembre de 2015 para PC, PlayStation 4 y Xbox One, el juego apuesta por cambios profundos, tanto técnicos como estructurales, para mantenerse relevante en el escenario competitivo y atraer nuevos jugadores, sin dejar de lado su base veterana.
Entre las principales novedades está el modo Dual Front, que introduce partidas 6x6 con respawn y una dinámica simultánea de ataque y defensa. La propuesta es hacer la experiencia más accesible y menos punitiva, abriendo espacio para un público que antes se sentía intimidado por las exigencias del tradicional 5v5. "Queríamos crear un modo en el que pudieras jugar el Siege tomando una cerveza con amigos. Y sabemos que, en lo competitivo, eso es casi imposible", explicó Joshua Mills, director de Siege X.
Sin embargo, el Dual Front no abandona la competitividad. La comunidad misma ya está pidiendo partidas clasificatorias en este nuevo modo. Según Mills, el equipo está atento a este feedback, pero prioriza "establecer la base" antes de expandir el alcance competitivo de la novedad.
Otro aspecto técnico destacado de la actualización es la reformulación completa del sistema de sonido, ahora más preciso e informativo sobre la movilidad, el uso de armamentos y utilidades. Esto corrige una queja antigua de la comunidad. La actualización también incluye mejoras gráficas y de iluminación, además de un nuevo sistema de prohibición de operadores, que afecta directamente al meta competitivo. "Ciertos sitios de bombas ahora requieren nuevas estrategias. Prohibir los operadores adecuados cambia completamente el enfoque", afirma Mills.
Además de los cambios de mecánica e infraestructura, el movimiento del personaje ahora considera el momentum, haciendo que la jugabilidad sea más fluida. Nuevos elementos destructibles, como tubos de gas, traen impactos tácticos visuales en las partidas, un reflejo del constante enfoque del juego en la sinergia entre operadores y destrucción estratégica.
Aun así, Siege X mantiene la esencia de sus operadores. Las habilidades principales no han sido modificadas, pero hay ajustes de equilibrio: mejoras para operadores fuera del meta y nerfs para los que estaban demasiado fuertes. "Cada operador sigue siendo una pieza de un rompecabezas. No funcionan solos, necesitan actuar en conjunto", enfatiza el director.
El desarrollo de Siege X comenzó hace unos tres años. El equipo pasó por una fase de lluvia de ideas con total libertad creativa: "si tuviéramos un cheque en blanco, ¿qué haríamos con el Siege?" antes de decidir los caminos viables para el proyecto. Durante este período, Ubisoft mantuvo el juego original en funcionamiento y recibió constantes actualizaciones.
Rainbow Six Siege X no es un reinicio ni un nuevo título, sino un paso evolutivo. La propuesta es clara: honrar a los veteranos, facilitar la entrada de los novatos y garantizar otros 10 años de vida al título. "Cambiamos muchas cosas, pero mantuvimos lo que hizo del Siege un FPS único", concluye Mills.
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